Capitulo 3: Flecha de amistad

miércoles, 8 de febrero de 2012


Seguí estando solo los días que siguieron, ya que Shini, había tomado a Maus, para llevársela a entrenar sin darme  una fecha exacta de cuando volvería, así que mientras ellas se fueron, yo trabajaba mas duro para seguir con el lugar, por suerte los trabajos tomados anteriormente fueron buenos, aun que cada vez  un poco mas difíciles, pero los hacia sin quejarme ya que era por la Guild.
En mi tiempo libre como siempre me iba a caminar por la ciudad sin mucho que hacer, rescataba información de lugares, rumores que circulan, entre otras cosas. Pero cuando caminaba por las calles, fui  y por andar distraído choque mi hombro, con el de una sniper, perdí un poco el equilibrio. Me di la vuelta para disculparme, pero al verla, algo raro paso, su mirada de águila, callo rápidamente en la mía, intimidándome.

  -lo sien…- Quise decir pero  ella era  rápida y cortante
- no hay necesidad de hablar-
 Así siguió caminando sin mirar hacia atrás, evitándome, pero algo me decía que la tenia que hacerla  parte de la Guild, de alguna forma que no implicara una paga.
-espera, ¿te gustaría entrar al grupo?- pregunte
–No- dijo ella tajantemente, aun así no cedí y la seguí unos pasos,
 -no te acerques mas, no entrare a tu grupo y es todo- me dijo.

Pero sin escuchar eso di un paso mas y le ofrecí entrar otra vez,  ella  se voltio y lanzo una flecha a mis pies, para que no siguiera, pero no quise aceptar su respuesta, por lo cual avance para insistir en la pregunta, ella ya no quería mas de este juego, así que sin darme cuenta tenia un corte en la mejilla  y no sabia como, cuando veo hacia atrás, y asombrado de cómo la flecha quedo incrustada en un muro de piedra gruesa.

-la próxima vez no fallare. Así deje de insistir en ese momento-

Pero no me había rendido, sobre unirla a la Guild, por lo cual me fui a casa, para planear como lograr que ella llegue aquí, pero por el momento decidí descansar e y dejarlo para el otro día.
   Al día siguiente trate de encontrarla pero no fue así de fácil, busque información pero nadie la conocía, al parecer era nueva en esta ciudad, por lo cual era de esperarse eso. Trabaje como siempre ganando dinero y mantener el lugar, pero con la ausencia de mis compañeras era algo aburrido el lugar, además que no podía sacarme de la cabeza a esa sniper, podía ser un gran aporte para la Guild.
  
Así pasaron dos días, cuando trabajando escuche de una sniper que iba tras uno de los grandes monstruos, el orc lord, yo sabia donde quedaba ese lugar, era peligroso, lo que era una  escusa perfecta para ir con ella  como compañero y poder ganar su confianza, así que fui a la salida del la ciudad, pero vi que la acompañaba un priest, eso me desanimo un poco, pero así de igual forma fui a una distancia prudente o lo suficiente para no ser notado. Eso fue  difícil ya que no debía seguir el camino principal, si no tomar caminos alternos sin perderlos de vista, llegaron y entraron al bosque, el lugar de entrada al mundo de los orcos, por lo cual yo al ir solo debía tener cuidado de no ser descubierto por ellos, ni por la sniper. Algo curioso me daba cuenta de vez en cuando que el priest que la seguía estaba algo emocionado con ella, andaba muy pegado a ella por alguna razón, pero no era miedo, ni nada parecido, si no que podría ser por un interés personal, lo tenia vigilado de lejos por cualquier cosa.
 
Mientras avanzaban por el camino, se topaban con uno que otro orco, pero la sniper era increíble, ya que no fallaba ningún tiro, era impresionante ver como lanzaba cada una de las flechas y como caí ante ella, los orcos una tras otro, sin excepción, pero el priest no aportaba mucho, mas que curar, algunos rasguños que le llegaban a el o a la sniper. Siguieron hasta llegar a la entrada a la ciudad del monstruo que buscaban al fin, acamparon en el lugar con el objetivo de mañana atacarlo, así, instalaron las tiendas. yo como los seguí de lejos, tuve que dormir en los árboles algo incomodo pero era mejor y mas seguro que el suelo.
 Antes de dormirme vi algo extraño en el priest, entro en la carpa de la sniper, suponiendo sin permiso, por que rápidamente salio de echado por ella, el parecía muy enojado, talvez por que le frustraron su intento de amor, pero después de eso no lo vi que se fuera a su tienda y eso termino con todo esa noche, yo me acomode entre las ramas y me dormí sin mucho problema.
  A la mañana siguiente desperté y me fije que el campamento no estaba, me quede en el árbol para encontrarlos, y los encontré en la entrada de la ciudad.
  Al entrar ellos a la ciudad, vieron una cantidad gigante de orcos, pero que no los iban a atacar, ya que por lo que se, sus leyes se lo prohíben, solo el orc lord y hero, podían hacerse cargo en ese lugar, así fue como salio de la tienda el orc lord, imponente ante ellos, estaba listo para el combate. Pero de un momento a otro el priest se empezó a alejar de ella, por alguna razón, cuando detrás del apareció el orc hero, con su espada,

-ellos tomaran lo que yo quería de ti, no es nada personal, solo algo de rencor y negocios-. Grito el priest con ironía 

Se fue tranquilamente del lugar con un saco en su mano, la sniper furiosa de su traición fue contra el, pero el hero no le dejo paso alguno, solo le quedaba esquivar hasta donde alcanzara, lo intento pero entre dos grandes orcs no pudo hacer mucho y recibió variados golpes y cortes.
 Yo viendo eso de lejos no me podía aguantar, eso me llevo a pare en la rama, pero por apurado me resbale, y por suerte justo pasaba el priest, con una cara de felicidad, que amortiguo mi caída, cara a cara uno con el otro. lo tome de su cuello

- por que la traicionaste- le pregunte aguardando mi enojo 
-yo solo quería una noche con ella, nada mas, realmente no estaba interesado en matar nada- dijo  con una risa burlona en la cara.
 Le di un golpe que lo dejo inconciente, era el momento de matarlo, pero se me ocurrió una mejor idea para el, lo tome a el y al saco con las cosas de la sniper, y corrí a la ciudad.

 Al entrar por la puerta principal, observe como los orcs estaban dispuestos a tomar la virginidad de la sniper herida en el suelo,  aun conciente, rápidamente tire al priest, y saque las cosas del saco,  lance su arco y las flechas que tenia, ella de un segundo a otro, reacciono velozmente, tomando el arco y en el aire, tomo cuatro flechas y disparo, a las piernas de los orcos. En  ese momento yo quede sin palabras para describir lo que había visto, fue increíble, nadie mas podría Acer eso. Así ella inmovilizo a los dos orcos, pero estaba débil, por todo lo que había pasado, le mostré al traidor, que justo despertó, para ver como una flecha de la sniper apuntaba su cabeza. antes de disparar le susurre lo que tenia planeado y ella, soltó el disparo, pasando por el lado de la cabeza del tipo.
  lo amarramos, de pies y manos, y le quitamos su ropa,

-¡¿por que la ropa?!- exigía saber
-ella la necesitaba mas que tu- le dije, sin dejar de ser agresivo con el y 
me dirigí  antes los orcos, para hablarle de algo, cuando la sniper termino de cambiarse ella le miro - ya no  necesitarías mas tu ropa, vas a pasar una buena tarde con esos dos… -

El se quedo mirando con curiosidad, yo pase por el lado.

 -¿tu querías algo de amor?, pues ellos te lo darán y con mucho gusto-. Le dije con una sonrisa.

 Nos despedimos del lugar y del priest, que suplicaba que no lo dejáramos, nosotros con una risa en la cara salimos del lugar, para cuando cerraron las puertas de la entrada, dijimos al unísono: “eso le va a doler…”
  Así caminamos juntos a la ciudad por el sendero, cuando ella se detuvo.

-gracias por tu ayuda y lamento lo de la otra vez.-
 Yo la quede mirando – ¿cual es tu nombre?
 -soy Pua.- me respondió
 Yo sonreí, tome un poco de aliento para hacer la pregunta  y encontrar lo  que buscaba -¿quieres entrar a la Guild?-
  Ella con emoción movió la cabeza de forma positiva
-seria un gusto compartir contigo en un grupo- 
-soy Eroku, el Guild master y bienvenida a la Guild- e dije con una sonrisa.

 Así nos fuimos de regreso a la casa, cuando veo que las luces estaban encendidas, fui rápidamente a ver que pasaba y cuando abrí la puerta me encontré con una grata sorpresa…

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